¿Alguna vez te has planteado hacer un listado de aquellas cosas que has aprendido en la vida? Yo tampoco, hasta hoy.
Tras leer al escritor norteamericano N. Crocker se ha despertado en mi el afán de compartir con todos vosotros todo aquello que llevo aprendido en 38 años de vida.
Sé que todavía me queda mucho que aprender, pero de momento, os dejo con lo ya aprendido:
1.- No olvides que vas a morir. Qué duro comenzar un artículo recordándote que vas a morir. Pues sí. Vas a morir… y yo también. Una de las cosas que he aprendido de mi padre es que la muerte forma parte de la vida. Es muy duro asumir una muerte, pero no hay vida sin muerte ni muerte sin vida.
Ahora estás vivo, estamos vivos y tenemos que dar gracias por ello. Gracias por la salud (que cuando no la tenemos nos acordamos) gracias por nuestra familia, hermanos, padres, parejas, hijos… gracias por todo lo que se nos ha concedido (podíamos haber nacido en el centro de Sierra Leona…). Gracias por los amigos… Todo lo que tenemos y somos no es nuestro. Se nos ha prestado y algún día se nos quitará. Disfrútalo mientras dure.
2.- Haz ejercicio. Todos lo sabemos, pero muchos no lo hacemos. Qué pereza ¿verdad? Con la cantidad de cosas que tienes que hacer… encima tienes que ir a correr o a andar. Curiosamente si no lo haces, más pereza te dará y tu vida tendrá menos calidad y no durará lo que esperas. Vence la pereza y haz ejercicio diario. Al menos 20 minutos. Esto hará que confíes más en ti mismo y tu mente esté más lubricada y funcione mejor: serás más feliz.
3.- Escribe. Haz algo que quede, plasma tus pensamientos, vida, profesionalidad, ocio… lo que sea en negro sobre blanco. Publica un blog de aquello por lo que pagarías por hacer. Comparte con los demás tu interior, tus pensamientos tu persona. Eres genial y lo sabes. Déjame conocerte un poco más.
4.- Mira bien con quién andas. No nos damos cuenta, pero al final terminarás siendo como tu entorno te dicta que seas (entorno familiar, social, profesional…). Lo ideal es que elijas con el corazón (y alguna dosis de razón) qué entorno es el más propicio para conseguir ser la persona que deseas ser.
Si tu entorno te intoxica… nunca es tarde de empezar una nueva vida, tu vida. No tendrás otra.
5.- No dejes de preguntar. Los niños son una fuente de aprendizaje maravillosa porque lo preguntan todo con humildad y sin ningún tipo de complejos. Hazte preguntas, haz preguntas. No te de corte. Esto hará que definas lo que quieres, pienses en cómo conseguirlo e ir a por ello. Sólo pregunta, es fácil.
6.- No uses el ascensor. No me gustan los ascensores y menos cuando los compartes con desconocidos. Son incómodos cubículos en los que se invade por completo el espacio vital. Sube por las escaleras, harás ejercicio, te sentirás mejor y harás aportaciones positivas en la cuenta corriente de tu salud.
7.- Busca el estrés moderado. Ponte nervioso. Si no lo haces no sentirás el vértigo de la vida. Siente esto, al menos, varias veces al mes para valorar los demás momentos de tranquilidad y paz.
8.- Comunícate, habla. Estamos para hablar, para comunicarnos. Nunca olvides que aquello que no digas se irá contigo a la tumba y quedará sin resolver.
9.- No abuses. A todos nos gusta una buena copa de vino, una cervecita bien fresquita en momentos de relax o un buen café para pasar un agradable momento. Piensa que esto en demasía no es sano ni normal. Si lo haces, tarde o temprano pagarás la factura.
10.- Prioriza tu tiempo. Dedica tu tiempo a lo que realmente es importante. El trabajo está muy bien y es necesario, pero que no eclipse la relación con tu pareja, hijos, familia o amigos. Puede que ya no estén cuando realmente los necesites.
11.- Hay mucha mediocridad. Muchos puestos de trabajo son mediocres, muchos productos y experiencias son mediocres, muchas vidas ajenas son mediocres. Si no luchas contra la mediocridad, tu también serás mediocre para muchas personas.
12.- Es muy duro hacer algo grande. La inercia de la mediocridad hace que sea muy difícil hacer un gran trabajo. La mayoría de la gente quiere que las cosas sigan siendo igual. Para hacer cosas grandes se necesita mucho esfuerzo y fuerza de voluntad. La constancia es un gran pasaporte para conseguir tus objetivos.
13.- Si estás desanimado, anímate. Nunca subestimes el poder del entusiasmo: Una actitud que todo lo cura.
14.- Lo que percibes es la realidad. El 80% de la percepción es real. No la desestimes.
15.- Comprender el valor del tiempo. La vida es exageradamente corta, independientemente del tiempo que vivas. Puedes volver a ganar dinero o ir de viaje, pero el tiempo no lo puedes recuperar.
16.- Corre, si puedes. Corre. Es la mejor manera de resetear tu cuerpo y mente, encontrar tu espacio y sentirte bien con el resto del mundo.
17.- Escucha a tu cuerpo. Si no escuchas a tu cuerpo y actúas en consecuencia, llegará el día en el que tu cuerpo se ponga al día contigo.
18. – Selecciona. Controla lo que ves, lo que lees, lo que escuchas, el uso que haces de tu Smartphone. Filtra. No dejes que todo entre en ti sin poner un límite.
19.- No eres perfecto. Y lo sabes. Intenta conocer tus luces y tus sombras. En momentos malos obtendrás muchas respuestas a tus preguntas. En esto el Enneagrama te puede ayudar bastante.
20.- Escucha. ¿prefieres escuchar o hablar? Si prefieres hablar o has tenido que leer de nuevo la pregunta, debes escuchar más. Aprenderás mucho más que hablando.
21.- Nunca puedas la curiosidad que tuviste cuando eras niño.
22.- Bebe mucha agua, mínimo 2 litros al día.
23.- Presta mucha atención a lo que haces cuando estás solo. Todo aquello que haces cuando nadie mira, la casa está vacía, o tienes toda la tarde para ti, dice mucho de ti. Presta atención de dónde va tu mente cuando te duchas. Esto puede ser muy interesante y ser una fuente inagotable de ideas.
24.- Sal a la calle, disfruta de la naturaleza.
25.- No hables de lo ocupado que estás ni de lo borracho que estuviste. No seas cansino.
26.- Al final todo se normaliza (el amor, la riqueza, la pena)… pero no dejes que la palabra “normal” sea una constante en tu vida.
27.- Pase lo que pase, también pasará. LA vida es una secuencia de momentos felices y menos felices. En general se trata de conjugar los mejores momentos con las personas más queridas para que nuestro balance vital sea eminentemente positivo. Porque como decía al inicio de este artículo, tu vida y la mía también pasarán.