Llega a España Krispy Kreme

Krispy Kreme llega a España bajo el marketing experiencial

No todas las aperturas de tiendas merecen un estudio de caso, pero Krispy Kreme en España sí.

Han sido tres años de negociaciones, una receta secreta, maquinaria traída desde EE. UU. y una estrategia que ha mezclado storytelling, experiencia sensorial y viralidad digital. El resultado: una marca centenaria que ha aterrizado en Madrid con más fuerza mediática que muchas startups tecnológicas.

1. Un “teatro” como punto de partida

El 2 de octubre de 2025 abrió sus puertas el primer “Teatro Krispy Kreme” en el centro comercial Westfield Parquesur (Leganés). Un espacio de 600 m² donde los visitantes han podido ver, oler y vivir el proceso completo de elaboración de los dónuts más famosos del mundo.

Desde la masa hasta la cascada de glaseado, todo ocurre frente a una gran cristalera. El proceso, que dura 90 minutos, se repite a diario, y una luz roja con el mensaje “Hot Now” anuncia cada nueva hornada.

La clave no ha sido abrir una tienda, sino crear una experiencia. Krispy Kreme ha entendido que en 2025 el cliente no compra solo un producto: compra un momento, un recuerdo y una historia que pueda compartir.

La producción estimada alcanza las 200 docenas de dónuts por hora, con una inversión inicial de seis millones de euros y un equipo de más de cien empleados.
El objetivo es ambicioso: abrir cincuenta tiendas en los próximos cinco años, consolidando así la expansión de la marca en el mercado español.

2. El producto: fidelidad absoluta a la receta original

La receta de 1937 de su fundador, Vernon Rudolph, se mantiene intacta. Cada dónut pesa exactamente 40 gramos, y la maquinaria, fabricada por la propia marca, se ajusta milimétricamente para reproducir el sabor y textura de los “Original Glazed” estadounidenses.

3. La campaña de prelanzamiento: 180.000 donuts y marketing de calle

Antes de inaugurar su tienda, Krispy Kreme en España ya había estado en boca de todos, literalmente.

Durante dos semanas, la marca ha repartido más de 180 000 dónuts gratuitos en universidades madrileñas como la Complutense, la Politécnica y la Autónoma. Una acción de street marketing que ha convertido a los estudiantes en los primeros embajadores de la marca en España con un simple gesto: llevar una caja de donuts en sus manos.

4. Influencers, CGI y contenido viral

Para amplificar el impacto, Krispy Kreme se ha apoyado en creadores de contenido gastronómico como @cenandoconpablo y @peldanyos, referentes en reseñas virales.

Además, la marca ha integrado tecnología CGI en su estrategia de marketing, publicando en Instagram un vídeo hiperrealista en el que un camión de Krispy Kreme llega a Parquesur. Esta integración ha reforzado una tendencia en auge: el uso del CGI como herramienta creativa para generar contenido inmersivo y visualmente impactante.

5. Adaptación de la marca al mercado español

Para consolidar su presencia en el mercado, Krispy Kreme ha lanzado una web propia para España y perfiles oficiales en Instagram y TikTok, las redes favoritas de su público objetivo. Desde ellas, la marca ha compartido contenido local, dinámico y participativo, reforzando el engagement y construyendo comunidad antes incluso de la apertura física.

En España, además, han creado un sabor exclusivo, el dónut recubierto de Nocilla, diseñado especialmente para nuestro mercado.

6. La experiencia inmersiva: ver, oler, saborear, compartir

El “Teatro” de Leganés no es una tienda: es una brand experience. La maquinaria visible, el aroma a glaseado y el cartel Hot Now forman una narrativa sensorial coherente. Es marketing experiencial en estado puro:

  1. Visual: el proceso de elaboración en directo.
  2. Auditivo: el sonido del aceite y la cinta transportadora.
  3. Olfativo: el glaseado recién hecho.
  4. Digital: el momento en que el cliente sube su vídeo a TikTok.

Krispy Kreme ha transformado una operación industrial en contenido orgánico listo para viralizarse.

7. Qué podemos aprender de Krispy Kreme en España

  1. El producto no basta. La experiencia y la narrativa construyen la marca.
  2. El marketing sensorial vende más que cualquier banner.
  3. El CGI y los influencers funcionan… si hay una historia detrás.
  4. La fidelidad al ADN de marca es universal. No adaptaron la receta: adaptaron la emoción.
  5. El boca a boca sigue siendo el mejor algoritmo.

Krispy Kreme no solo ha abierto una tienda en Madrid: ha diseñado una campaña 360º de marketing experiencial, con un despliegue de acciones que combinan tradición, innovación y emoción. Una clase magistral de cómo convertir una apertura comercial en un fenómeno cultural.